La resolución de pantalla engloba el número de píxeles que se muestran en la pantalla de un dispositivo. Se mide siempre el alto por el ancho y siempre en píxeles. Podemos encontrar que el tamaño sea la altura por la anchura del monitor o que venga determinado por el número de pixeles que se muestren en la pantalla.
Hace aproximadamente tres años que el estándar de resolución respondía al tamaño de 1024×768, aunque hoy en día a esta resolución le ha tocado quedarse en un segundo puesto de popularidad. Con la gran revolución tecnológica la resolución más utilizada hoy en día es la de 1366×768.
Lejos quedan aquellos día donde la resolución de 800×600 era la imperante; hoy en día está casi obsoleta. Debemos entender que la implantación de nuevas y mayores resoluciones no es fruto del azar si no que es gracias a los avances tecnológicos. La evolución ha hecho posible un abaratamiento de costes y una mejor demanda por parte del mercado. Años atrás conseguir una pantalla con una resolución muy grande también suponía un desembolso importante.
Hoy en día el mercado se ha ido estandarizando y la demanda es superior, por ello los precios se han visto reducidos y es mucho más fácil acceder a este tipo de resoluciones ya comentadas. También debemos ser conscientes de que el deseo de adquirir una resolución mayor viene inducido por la propia tendencia que las marcas implementan. Si algo ha hecho que se posicione a día de hoy en un transcurso corto de años la resolución de 1366×768 como imperante ha sido, por ejemplo, el sistema operativo Windows 8. Éste requiere para sus recursos dicha resolución, no ofreciendo la misma experiencia de usuario con una resolución inferior. Lo mismo sucede con los sistemas móviles, ya considerados unos claros y firmes competidores de las resoluciones de los ordenadores, que se han introducido en el mercado revolucionando el sector de las pantallas.
El futuro no se sabe muy bien que deparará, pero sí que debemos de tener claro que las resoluciones aumentarán considerablemente y, sobre todo, la densidad de pixeles por pantalla. Es muy importante para las empresas y propietarios de páginas webs que estas respondan efectivamente a cualquier tipo de resolución.
Hoy en día, todos accedemos a la red ya sea mediante nuestros ordenadores de sobremesa (resolución normalmente más grande), desde nuestro portátil (resolución mediana) o desde nuestra tablet o smartphone (resolución más pequeña). Es importante pensar en nuestro público y ofrecerle una experiencia de navegación completa y para nada limitarle en resoluciones.
Desde GMK Medialab apostamos siempre por ofrecer servicios acordes a las necesidades del sector y algo que se está posicionando como indispensable es la resolución responsive. Es un éxito porque es un diseño web adaptativo. Mediante el uso de estructuras e imágenes fluidas se consigue adaptar el portal web a cualquier plataforma desde la que se acceda.
Las ventajas que conlleva el contratar un servicio de web responsive son muchas. Es confiar en las plataformas tales como los ordenadores y los smartphones o tablets, el sector de los cuales no está tan estandarizado y hay muchas diferencias de resoluciones. Por ello con el responsive aseguramos una buena respuesta en todas estas resoluciones. No dudes en echar un vistazo a la respuesta que ofrecemos en cuanto a desarrollo web en el siguiente enlace.